Memoria del Sueño

Cosas que decir y no se puden pronunciar (Carlos Jesús Márquez)

30/04/08

Roja poesía

Sus pasos se escuchan lejanos, siento que apresura la marcha. Me gustaría coger sus manos y pintarlas con purpurina plata y roja escarcha.

La prisa se nota en su andar, ligero y veloz. Yo la quiero alcanzar y una vez más oír su tenue voz. Melodía que se apaga y llega el silencio ensordecedor. Me pregunto por qué ha callado sin decir adiós, por qué ha volado sin sus alas, las dos.

No sé si te puedo tocar, sentir tu piel en mis dedos; por tus cabellos mis uñas pasar sin sentir más miedos. Anhelo tener confianza y decirte lo que pienso, espero una esperanza para un corazón intenso que deja de latir en cada momento que te ve vivir caminando muy lento.

Hay tantas cosas por hablar, narrarte lo que he soñado: ir juntos hacia la mar y ver el cielo nublado. Desearía tenerte entre mis brazos y que seas mía. Por ello, dibujo trazos y escribo prosa y poesía, trato de imaginar cómo has de morir al terminar yo de escribir.

En este eterno instante ya te he alcanzado, mi dulce musa amante de sueños mojados. La lluvia cae en tu pecho gota a gota, y un un rayo cae desde el techo al lado de una de mis botas. Lo recojo del piso y veo en él el reflejo de tus ojos. Di, si sabes, algún hechizo pues han de nacer los ríos rojos.

He perdido la cuenta, han sido demasiados. Espero que no se sienta el olor de tu corazón recortado. Fuiste mi mejor poema, mi gran fantasía, mas no eras el principal tema de mi siguiente poesía.